deficiencia física, mental, intelectual o sensorial a mediano y largo plazo; II) Existencia de una barrera para el trabajador de tipo actitudinal, social, cultural o económico, entre otras, que, al interactuar con el entorno laboral, le impiden ejercer efectivamente su labor en condiciones de igualdad con los demás; y III) Conocimiento de los anteriores elementos por parte del empleador al momento del despido”