El Gobierno colombiano promulgó el Decreto 1069 de 2025, que modifica el Libro 17, Parte 2 del Decreto 2555 de 2010, para fortalecer el sistema de órdenes de pago y transferencias de fondos. El decreto establece que entidades con más de 1,5 millones de depósitos a la vista deberán ofrecer servicios de transferencias inmediatas mediante sistemas de pago de bajo valor. También impone la implementación de sistemas para administrar riesgos, garantizar seguridad, transparencia y eficiencia en transacciones. Además, la Superintendencia Financiera de Colombia debe publicar listados y emitir instrucciones para asegurar el cumplimiento normativo antes de 2026, promoviendo inclusión financiera y fortalecimiento del mercado de pagos.
La SIC estableció reglas estrictas para el tratamiento de datos personales en el sector fintech, enfocándose en la protección, transparencia y legalidad. Destaca la necesidad de legitimidad y temporalidad en el uso de datos, el principio de minimización, y el consentimiento informado diferenciado entre usos necesarios y accesorios. Para datos biométricos, exige autorización explícita, medidas de seguridad adicionales, prohibición de compartir con terceros y eliminación tras la relación contractual. Además, garantiza el derecho a explicaciones claras sobre decisiones automatizadas, promoviendo una cultura de responsabilidad y transparencia digital que favorece la inclusión financiera y protege derechos fundamentale.
“El análisis revela que el impuesto causó efectos reales negativos sustanciales sobre la inversión, la acumulación de capital, la productividad y el empleo de las PYMES, entre otros. Es decir, las empresas gravadas con el impuesto redujeron su desempeño real tras la reforma, en comparación con las empresas que no lo fueron”. El Banco de la República analiza la reforma del impuesto al patrimonio en 2010 que incluyó a más PYMES al reducir el umbral de patrimonio sujeto a gravamen. Esto aumentó la cantidad de empresas contribuyentes y el recaudo fiscal, pero generó efectos negativos como caída en inversión, productividad, empleo y acumulación de capital en las PYMES afectadas.
En agosto de 2025, el IPC mostró una variación mensual de 0,19% y una variación anual de 5,10%. Los principales aumentos en los precios provinieron de las bebidas alcohólicas, el tabaco y los gastos en restaurantes y hoteles. La inflación del año se mantuvo relativamente estable en comparación con el año anterior, pero con un menor incremento en algunos rubros como papas, electricidad y arroz. El índice de cobertura fue de 98,36%, y la tasa de imputación de registros efectivos en el cálculo del índice fue del 98,55%, lo que indica la calidad del proceso estadístico. En general, estos datos reflejan una moderada variación en los precios, con ciertos segmentos que muestran incrementos significativos debido a factores específicos del mercado.
El informe del Banco de la República analiza el crecimiento del consumo privado en Colombia en 2025, resaltando que la demanda interna y el consumo de los hogares han mostrado una recuperación significativa, impulsados por mejoras en la confianza del consumidor, aumento del ingreso disponible y mayor acceso al crédito. Factores como la disminución de la inflación, la reducción de tasas de interés, el incremento en los ingresos por remesas, el crecimiento del empleo y el aumento en la producción cafetera han fortalecido la capacidad y disposición de las familias para consumir. Aunque algunos estímulos temporales han contribuido, la sostenibilidad de este impulso dependerá de la evolución macroeconómica.